Two women on phones over breakfast

¿Puede el uso de los medios de comunicación causar que los adolescentes estén insatisfechos con su cuerpo y contribuir a desórdenes alimenticios?

¿Puede el uso de los medios de comunicación causar que los adolescentes estén insatisfechos con su cuerpo y contribuir a desórdenes alimenticios? 750 315 Mediatrics

Pregunta: Usted ha mencionado investigaciones que demuestran que el uso de ciertos medios de comunicación puede causar tristeza y/o ansiedad en los adolescentes, y que existen investigaciones que vinculan tener sentimientos negativos con tener hábitos alimenticios poco saludables.

Por lo tanto, ¿cree usted que tener sentimientos negativos que resultan del uso de medios de comunicación de los adolescentes, en lugar de eventos de la vida real, puede llevar a conductas alimenticias poco saludables?

~ Starving for Approval, EE. UU.

Respuesta: Querido/a Starving:

El uso de los medios de comunicación, desde revistas de belleza hasta redes sociales, ha demostrado que genera síntomas mensurables de ansiedad y depresión, sobre todo en mujeres jóvenes, en un periodo de tiempo relativamente corto. Por ejemplo, los análisis del contenido de revistas de belleza y para jóvenes, descubrieron que sus reportajes se enfocan en formas mediante las cuales los lectores pueden “mejorarse” a sí mismos. Lo que los adolescentes asimilan de estos reportajes es que su persona resulta insuficiente, sus muslos son demasiado anchos, su pelo es del color equivocado, sus cejas son muy delgadas, etc. Comienzan a sentirse mal con su cuerpo, pero las revistas prosperan al momento en que los lectores acuden a sus productos anunciados para corregir las imperfecciones que perciben. Las investigaciones muestran que los lectores se sienten considerablemente peor consigo mismos después del uso y consumo de estos medios de comunicación.

Hoy en día, lo que resulta popular con los adolescentes son las plataformas de redes sociales, como Facebook, Instagram, Snapchat y YouTube. Debido a que el modelo de negocio de las redes sociales se basa en enfocar la comercialización de productos e ideas, son utilizadas por adolescentes (y por todos nosotros) para comercializar lo felices y exitosos que son, en lugar de conectarse con los demás de manera más profunda y significativa. Las investigaciones que investigan el comportamiento en redes sociales de adolescentes y preadolescentes muestran que muchos de ellos suben publicaciones seleccionadas de manera minuciosa y, muchas veces, fotos arregladas y con filtros para probar al mundo lo maravillosas que son sus vidas. Esto puede convertir la esfera de redes sociales de los adolescentes en una competencia que constantemente monitorean para medir su valor propio. Cuando sus publicaciones son ignoradas, no reciben suficientes “likes” rápidamente, o reciben comentarios negativos o críticas, los adolescentes pueden sentirse mal consigo mismos, nerviosos por no agradar a los demás, o deprimidos por no ser aceptados por sus pares.

Las distintas plataformas de redes sociales funcionan de maneras diferentes, creando una variedad de ecosistemas psicosociales y emocionales en los que la imagen de los usuarios se presenta de diferentes formas. Investigaciones recientes muestran que entre más redes sociales tengan los jóvenes, más propensos son a sufrir ansiedad y depresión, ya que mostrar la imagen “adecuada” al público adecuado se vuelve cada vez más complicado. Desórdenes alimenticios como la anorexia nerviosa y la bulimia son impulsados por el deseo de controlar vidas que parecen fuera de control, y pueden ser provocados por ansiedad y depresión. Ciertos hábitos alimenticios, como la restricción, los atracones y/o las purgas pueden presentarse como respuesta a sentirse insatisfechos o, incluso, a la aversión hacia uno mismo, que pueden ser provocado por el uso de redes sociales, en especial cuando estas se enfocan en ideales de belleza poco realistas.

Para cumplir la principal meta de publicitar productos específicos e ideas a quienes están predispuestos a gustarles, las plataformas de redes sociales utilizan las “burbuja de filtros”, que es un software que funciona como cámaras de resonancia que promueven y amplifican las suposiciones de cada usuario. Instagram, Snapchat y otras redes que se basan mucho en imágenes pueden causar que los jóvenes, que ya están sufriendo por tener el control de sus vidas debido a desórdenes alimenticios, compitan entre ellos por perder peso, o incluso utilizar los desórdenes alimenticios como una elección política o un estilo de vida elegidos voluntariamente en lugar de ser una enfermedad psiquiátrica. Las publicaciones thinspirational (para inspirar a la delgadez) o “pro ana y pro mia” idealizan los desórdenes alimenticios para convencer y apoyar a otros (y a ellos mismos) en este comportamiento nada saludable.

Por último, y muy importante, quisiera destacar que ya no podemos contrastar lo que pasa en línea con lo que pasa en la “vida real”. Los jóvenes se mueven fluidamente de ambientes en línea al mundo físico; estos tienen el mismo grado de realismo e importancia para ellos. Para poder educar a los jóvenes de hoy de manera eficaz, necesitamos abandonar el anticuado concepto de mundos “virtuales” y “reales”. Estos mundos son un sólo ecosistema, el mundo en el que viven los jóvenes de hoy en día.

Disfruten los medios de comunicación y utilícenlos sabiamente,

~ El Mediatra M.R.®